sábado, 9 de abril de 2011

Confesiones desde Phuket.

Diarios de viaje. Tailandia.

Y ahora desde este Asia a estas horas de una madrugada herida que al fin muere en la breve espera de un crepúsculo que cierra otro circulo, os quiero contagiar de un pensamiento que llega y se queda en mis labios trémulos ante la brisa y este paisaje de paramo verde agua marina que arrecia húmedo y exuberante hasta cuando me alcanza y se me abraza acariciando una silueta huida, es de poco a poco que me envuelve entre una visión idílica y vuestro tierno recuerdo.

Hoy os deseo tener en mi memoria para bautizarme de nuevo sobre estas aturquesadas aguas que para vosotros quiero. Y me las he de llevar puestas sobre los ojos hasta un mediterráneo donde las habré de soltar como a una estrella fugaz caída sobre el firmamento de una imaginación tan fascinante como para beberla y mecerse con ella de forma errante.

Fresas azules con macacos y elefantes de contornos tan exuberantes como las vistas de la bahía de Pan Angha que frente a mí se abre y se crece desde esta magnífica isla de Phuket que capitanea a sus discípulos de norte a sur desde Pantong hasta Krabi con sus innumerables lunas que son las que más brillan, Phi Phi y Vi Khao Tapoo entre tantas otras que son las que enamoran durante este ocaso que acontece en otro amanecer.


Iñaki Rd.